Ana Contreras Martínez, graduada en Fisioterapia, es la ganadora de la segunda edición del Premio Dr. Josep Maria Sala i Xampeny al mejor Trabajo de Fin de Grado (TFG) de las Escuelas Universitarias Gimbernat por la obra Cribado de la escoliosis idiopática del adolescente (EIA) en el entorno escolar y familiar: un protocolo de estudio. El jurado eligió por unanimidad este trabajo, que versa sobre la viabilidad de la detección precoz en el ámbito familiar de la escoliosis (una deformidad de la columna vertebral), y puso en valor no sólo su calidad científica y la originalidad de su planteamiento sino el impacto social que puede tener.

¿Qué te llevó a elegir este tema para tu Trabajo de Fin de Grado?

Yo tengo escoliosis. Nunca nadie me lo había detectado y fue Chema, mi tutor [José María González Ruiz], quien me lo detectó. “Tienes escoliosis, tienes una curva”, me dijo. Yo entonces ni sabía lo que era, pero decidí involucrarme en ello y profundizar un poco más.

Hasta el punto de que el jurado te ha premiado por unanimidad.

Este TFG tiene un largo recorrido. Tras acabar el tercer año de carrera ya lo tenía en mente, aunque di muchas vueltas porque en principio quería hacerlo sobre tratamiento en vez de cribado y acabó siendo sobre la detección precoz. A medida que iba profundizando veía que por ahí había mucha salida. Este TFG representa el deseo de involucrar a las familias en la salud de sus hijos, en su observación, en ver cómo se desarrollan, algo que considero valioso en el mundo acelerado en el que vivimos.

¿Has pensado a qué dedicarás los 6.000 euros del premio?

No lo esperaba, así que no lo sé aún. Continuar con mi formación dentro del mundo de la fisioterapia, del deporte, de la escoliosis, de la pediatría o simplemente la docencia y sobre todo la investigación. Estoy muy ligada al mundo del deporte: me ocupo como fisioterapeuta de un equipo de futbol femenino y trabajo en una clínica en la que sobre todo nos dedicamos a ecografía y fisioterapia deportiva.


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