Las Escuelas Universitarias siempre han sido innovadoras en su actividad docente. Por esto no es extraño que frente al nuevo reto que supone para las Universidades el Espacio Europeo de Educación Superior (EEES), se lleven años trabajando para que los nuevos modelos, actuaciones y culturas docentes estén plenamente implantados en nuestras titulaciones.

Se sigue un modelo de aprendizaje que se basa en la participación activa del alumno, con el acompañamiento, tutorización y orientación del profesor. A través de las actividades planteadas el alumno no sólo adquiere conocimientos, sino que también desarrolla las habilidades (competencias) requeridas por el perfil profesional al que prepara la titulación o curso.

Este proceso de enseñanza-aprendizaje se concreta en un modelo basado en la evolución progresiva de la tipología de trabajos, tanto en la propia asignatura como a lo largo de la titulación. Así en la fase inicial los trabajos son más tutorizados, y a medida que el estudiante va adquiriendo conocimientos y habilidades se le plantean trabajos a desarrollar con mayor e incluso total autonomía.